EL ESTADO DE FLOW

¿Alguna vez has experimentado el flow cuando has hecho deporte? ¿De qué manera? ¿Qué repercusión tiene en mi actividad y qué sensación me produce? Está claro que el deporte bien estructurado nos aporta múltiples beneficios a muchos niveles: mejora de la calidad de vida, valores hedonísticos y lúdicos, prevención de patologías cardiovasculares…, por nombrar algunos de una extensísima lista. Sin embargo, muchas veces corremos, nadamos, pedaleamos… simplemente porque nos hace experimentar sensaciones agradables, porque nos hace sentir bien, porque nos proporciona experiencias positivas… Y estas sensaciones se intentan explicar a través de una teoría: la teoría psicológica del estado de flow.

Por tanto, hoy vamos a hablar de beneficios psicológicos y, concretamente, como se representa y se experimenta el estado de flow en el deportista. Este concepto es entendido como un estado psicológico óptimo donde todo fluye, se está metido en la actividad y se disfruta de ella. González Cutre y Cervelló (2010) exponen que hay diferentes maneras de experimentar el flow de las cuáles alguna seguramente te resulta conocida. Además, a cada una de ellas la acompañan con una frase representativa (dicha por deportistas) que nos explica esa sensación, de las cuáles nosotros destacamos las más significativas:

  • Concentración total:“Rodé un día durante cuatro horas con lluvia y nieve, y no creo recordar ninguna otra cosa que la línea blanca pintada en la calzada, en segunda posición durante cuatro horas. Y la rueda de aquel tipo delante de mí. Durante cuatro horas eso es todo lo que recuerdo”.
  • Feedback claro:“A qué marcha pedaleas; en qué posición estás situado; dónde están situados el segundo, el tercero, el cuarto y el quinto corredor en el pelotón; cuáles están en la escapada; cuántos corredores están delante tuyo…todas estas cosas atraen tu atención”.
  • Transformación del tiempo:“Durante dieciséis horas y media estuve básicamente fluyendo. Si me preguntas -¿Sentiste que fuesen dieciséis horas y media? Te diría que sentí que sólo fueron tres”.
  • Equilibrio habilidad/reto:“Creo que hay un cierto punto en el cual puedes convertir las situaciones estresantes en desafíos –en lugar de agentes estresantes–, que es donde el flow se desencadena. Y allí te diriges y es como si nada se pudiese interponer en tu camino”.
  • Unión acción/pensamiento:“No parece que estés montando una bicicleta. Te sientes completamente como si fueses una pieza de maquinaria trabajando conjuntamente… como si fueses una parte de esa máquina con la que naciste, y así es como te desplazas”.
  • Claridad de objetivos: “En una ocasión fui a cazar un balón y sabía, cuando golpearon la pelota, que iba a cogerlo”.
  • Sentimiento de control:“Ni tan siquiera estaba pasmado ante toda esa gente, incluyendo al poseedor de la plusmarca mundial, ni ante el hecho de que había batido al anterior poseedor de la plusmarca mundial en el fragor del campeonato”.
  • Pérdida de autoconsciencia:“Una expresión o liberación subconsciente; mi mente consciente no estaba interfiriendo”.
  • Experiencia autotélica:“No hay nada, no hay ninguna experiencia en el deporte que sea tan estimulante o valiosa como el flow. Es lo que me mantiene practicando, sabiendo que quizá podré volver a conseguirlo”.

Como es lógico, si se experimentan estas sensaciones a partir de una determinada práctica de actividad física, la persona querrá repetir estas sensaciones y por ende, realizar de nuevo dicha práctica. A su vez, las estrategias motivacionales encaminadas hacia el estado de flow favorecen una motivación más autodeterminada, que es la más positiva en cuanto a práctica física de refiere.

 

Bibliografía

González-Cutre, Moreno, J. A., y Cervelló, E. (2010). El estado de flow en la práctica físico-deportiva.

Apuntes del Máster de Rendimiento y Salud de la UMH. Curso 2012-2013.

 

Arcadio Margarit Boscá

 

Etiquetas: flow, psicología

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