Como hemos avanzado en alguna entrada anterior, el deportista aficionado entrena para, entre otras cosas, mejorar en sensaciones e intentar mejorar sus marcas personales.
Respecto a esto, y dejando a un lado las carreras de montaña, maratones, medias maratones, ultras, etc., y atendiendo al corredor popular, uno no se fija demasiado en el tiempo total de la carrera, ya que en vueltas a pie, por ejemplo, la distancia a recorrer suele variar bastante entre una carrera y otra. Así que se elije como referencia el ritmo medido en minutos/quilómetro.