INFLUENCIA DEL PERFIL GENÓMICO
¿Haces ejercicio y no mejoras? ¿Conoces a alguien que sigue todas las recomendaciones y no baja de peso? ¿Que no progresa en sus entrenamientos? ¿O gente que entrena muy poco y consigue grandes progresos?
Digamos que las respuestas a estas preguntas están relacionadas con nuestro fenotipo (aquello que podemos observar de una persona), que es la suma del genotipo (conjunto de factores que nos determinan genéticamente) y del ambiente. Un ejemplo sería el rendimiento entendido como la suma del genotipo y del entrenamiento. Por tanto, es evidente que la genética tiene un peso importante en el rendimiento.
Así, la principal pregunta a nivel científico ya no es si hay un componente genético asociado con el estatus de élite atlética y capacidad de entrenamiento de resistencia y/o potencia, sino más bien, que perfiles genéticos contribuyen al rendimiento de élite. Por ejemplo, sobre el 40% del rendimiento del atleta se explica por factores genéticos, el porcentaje restante se le atribuye a los factores ambientales (como el entrenamiento).
Por otro lado, en los últimos años ha aumentado exponencialmente el estudio de los factores genómicos relacionados con la salud, y consecuentemente, este hecho ha repercutido en la actividad física.
Actualmente se está estudiando la respuesta de diferentes fenotipos a ciertas intervenciones que en un futuro, a medio y largo plazo, nos pueden ayudar a prescribir ejercicio físico de manera muy individualizada. Pero, ¿cómo? Comúnmente, sabemos de los beneficios del ejercicio físico sobre la salud de las personas en la grandísima mayoría de contextos. A raíz de ello, digamos que se cuestiona la factibilidad de prescribir ejercicio a partir de factores genómicos. Sin embargo, se puede requerir este tipo de metodología para ciertas personas que requieren una intervención para un objetivo específico o tienen cierto riesgo de padecer alguna enfermedad. Para ello, se proponen tres situaciones:
1. Perfil genómico que tiene adaptaciones y respuestas positivas hacia el ejercicio, para lo que quizá la técnica a través del perfil genómico no sería trascendental.
2. Perfil genómico que no responde al ejercicio físico.
3. Perfil genómico que responde de manera negativa.
En los casos dos y tres, dicha técnica empieza a cobrar importancia, ya que a través de un genotipo estándar o predeterminado, se podría mejorar la prescripción de ejercicio físico conociendo posibles consecuencias y riesgos de dicho perfil genómico. Sin embargo, hay poca evidencia para sugerir que fenotipos similares pueden producir similares respuestas. Esto conlleva a pensar que en los casos 2 y 3, queda mucho por investigar, pero hace reflexionar sobre la necesidad de adaptar el ejercicio tipo o común a ciertos perfiles específicos, aunque estos perfiles no sean un porcentaje elevado entre la población.
A todo ello, hay que añadir que existen evidencias de perfiles genómicos identificados que predicen riesgos en enfermedades complejas, sumando a ello la grandísima importancia, claro está, del ambiente para la manifestación del fenotipo, no solo para la manifestación de la enfermedad, sino también como factor esencial para la mejora de la salud y la calidad de vida.
En definitiva, y aunque hay muchas lagunas y mucho por delante para investigar, se predice un futuro donde los factores genómicos puedan contribuir a la mejora de la prescripción de ejercicio físico para ciertos rasgos o cierto tipo de personas. De hecho, ya se han identificado factores genómicos hacia la sensibilidad a la insulina y hacia la obesidad. Por ello, cabe pensar que, aunque la prescripción de ejercicio físico generalizada es la primera “medicina” en el tratamiento y prevención, la información genómica puede ajustar y mejorar prescripción a personas las cuales requieren mayor individualización.
Bibliografía
Stephen M. Roth (2008). Perspective on the future use of genomics in exercise prescription. J Appl Physiol.
Nir Eynon, Jonatan R. Ruiz, José Oliveira, José AlbertoDuarte, Ruth Birk and Alejandro Lucia (2011). Genes and elite athletes: a roadmap for future research. J Physiol.
Arcadio Margarit
Etiquetas: fisiología, perfil genómico
Comentarios
Estoy de acuerdo contigo en que la influencia de los factores génicos puede estar sobredimensioná ndose, no por su importancia, sino por la aplicación real o práctico que ello pueda conllevar.
Por ello, es lógico que nos inclinemos más por el ambiente o factores que pueden ser más modificables.
La investigación sobretodo va encaminada hacia saber porque hay personas que no responden al ejercicio físico o incluso que responden negativamente.
Al fin y al cabo, como en todo, personalmente lo que espero es que se extraiga una conclusión práctica que realmente sea factible para la mayoría de la población (no solo para el alto nivel) y pueda determinar que hacer o que cambiar en dichos casos.
En cuanto al rendimiento, como se suele decir, la mejor manera de ser un campeón es elegir a tus padres. xd
aunque los factores génicos son importantes en la aparición de enfermedades y sus consecuencias da la impresión que se sobredimensiona la importancia que tienen, al menos en cuanto a la salud de la población.
Muchas veces los cambios fenotípicos responden no únicamente a la carga genética del paciente, sino a el mantenimiento de una situación concreta (por ejemplo un input nervioso que conlleva cambios a nivel genético celular, el llamado "phenotypic switch"). En cualquier caso, la genética predispone y el comportamiento dispone.
Estamos en la era de la genética, y coincido contigo en que puede ser importante. Sin embargo, debe considerarse en su justa medida. El tiempo y la investigación dirán si tienen más importancia los factores genéticos o socioculturales sobre la salud humana. De momento, yo sigo inclinándome por la segunda opción. En cuanto al rendimiento deportivo, no puedo opinar.