Seguramente conoceremos a corredores que recuperan muy rápido de un entrenamiento y a otros que arrastras dolor muscular varios días; conoceremos a corredores que son rápidos y 'explosivos' que parecen que vayan con queroseno y otros que, por el contrario, parece que vayan con pilas Duracel o con un depósito diesel. Y eso tiene que ver con nuestra genética pero, ¿concretamente con qué?
De manera sencilla, podríamos entender la fatiga como una reducción significativa de la fuerza generada voluntariamente en el músculo (López-Chicharro & Sánchez, 2014). Pero, ¿todavía crees que la etiología de la fatiga es puramente fisiológica?
En artículos anterior te mostramos por qué y cómo trabajar el core, así como algunos test para valorarlo. En el siguiente vídeo mostramos 10 ejercicios de core aplicables al runner. ¿Te atreves a probarlos?
¿Te ha pasado tener mejor rendimiento en una prueba corta que en una prueba larga? ¿O al revés? ¿O poder mantener el ritmo de compañer@s en series cortas pero no en largas? Puede ser por tu perfil de corredor@: puedes ser un corredor "moto" o uno "tractor", y todo ello se puede determinar con el llamado "Índice de Resistencia".
El tiempo en carrera es inversamente proporcional a la velocidad o potencia generada. Es decir, cuanto más tiempo estamos corriendo, menor potencia vamos generar y, a más potencia generada, menos tiempo podremos mantenerla (Hans van Dijk & Ron Van Megen, 2017).
Figura 1. Relación tiempo-intensidad respecto al porcentaje del FTP (umbral funcional de potencia) en corredores.