En esta entrada analizamos una tendencia relativamente actual que se está imponiendo a los trabajos de resistencia tradicionales de moderada-baja intensidad en cuanto a la pérdida de lípidos se refiere. Después de revisar varios trabajos (ver en bibliografía), parece ser que el entrenamiento intervalado de alta intensidad (HIT) es una opción más válida para la pérdida de peso, y concretamente para la pérdida de tejido adiposo (o sea, grasa). Sin embargo, hay infinitas combinaciones posibles de ejercicio-pausa y aquí tratamos de dar nuestra opinión sobre cuáles aplicar y a quién y de qué manera hacerlo.
Existen varias clasificaciones de métodos de la resistencia, coincidiendo generalmente en la diferenciación entre los métodos continuos (uniforme o variable) y fraccionados (interválicos o por repeticiones –añadiéndose actualmente los métodos intermitentes-). Todos ellos varían en función de la intensidad, densidad y duración, y con ello la adaptación fisiológica que se les atribuye. Además, podríamos añadir dos métodos más, según autores, como los métodos mixtos (uniendo método fraccionado y continuo variable, por ejemplo) y métodos de competición, que estarían dentro de los fraccionados y que intenta reproducir las demandas de la competición fraccionándola en distancia o tiempo.
En cualquier caso, en esta entrada vamos a definir y ejemplificar las variables que pueden condicionar los objetivos de un método u otro para cumplir, sobretodo, los principios de progresión y de periodización (sin nombrar algunos más como la individualización, ya que en función del nivel del deportista varían los métodos más eficaces y las intensidades recomendadas). Es decir, vamos a intentar dilucidar de manera breve, a grandes rasgos y de manera sencilla (ya que esto tiene mucha más complejidad y requiere mayor extensión), la manera de emplear unos métodos detrás de otros para maximizar su efecto. Así, estas variables modificables serían: la modalidad del estímulo, la duración del estímulo, la intensidad del estímulo, duración de la pausa, tipo de pausa, actividad en la pausa, número de repeticiones, duración de las repeticiones, número de series, pausa entre las series y duración del programa.
Así, teniendo en cuenta estas variables, vamos a ir manipulando un ejemplo para aumentar la carga de un método o reducirla a través de dichas variables. Tenemos el siguiente método para mejorar el umbral anaeróbico: 6 x 6’ al 85%VAM o FCumbral/1’ (*VAM=velocidad aeróbica máxima). Es decir, seis series de 6 minutos al 85% de la VAM o la frecuencia cardíaca umbral con pausa pasiva de 1 minuto. Así que este va a ser el ejemplo que vamos a seguir.
El Colegio Americano de Medicina del Deporte (ACSM), a grandes rasgos, recomienda para los adultos ejercicio cardiorrespiratorio, ejercicios de fuerza, de flexibilidad y neuromotores.
Dejamos una imagen que resume dichas recomendaciones básicas para tener un estilo de vida saludable y mejorar nuestra salud y calidad de vida.
Como sabemos, todos los deportistas no tienen la suerte de contar regularmente con pruebas de esfuerzo que nos ayuden a delimitar las zonas de entrenamiento y a realizar un seguimiento constante. Aún así, según Mujika (2006), una única evaluación a principio de temporada podría ser suficiente para determinar índices de entrenamiento adecuados que serían estables en el tiempo en cuanto a relación lactato-frecuencia cardíaca se refiere. No obstante, los ritmos o la potencia son mucho más variables, por lo que se deben ir modificando a lo largo de la temporada. Así, lo más recomendable sería, en su caso, seguir la FC como parámetro a principio de la temporada, para ir cediendo protagonismo a los ritmos a medida que se acerque el período competitivo. A pesar de ello, como hemos comentado, a veces no se puede acceder a estos recursos ni única vez cada temporada, y por ello, debemos ver qué hacemos para trabajar de una manera óptima y congruente de acuerdo con las ciencias del deporte y del ejercicio físico.
Como sabemos, el proceso de entrenamiento está regido por una serie de leyes o principios los cuáles debemos tener en cuenta para que dicho proceso sea lo más óptimo posible. Y uno de estos principios es el principio de variedad.